Nací pequeña, con el tiempo absorbí los nutrientes que me dieron consistencia, bebí tanta agua como pude para volverme grande y clara.
Hoy el fruto carnoso que me cobija ha comenzado a abrir sus puertas, me susurra incesante... Vamos, se grande!!, sal a recorrer el mundo que tu puedes ser tu propio fruto...
Yo me quedo toda apretada intentando aferrarme con disimulo a la carne, aún así me resbalo, siento que caigo, pero sigo ahí.
Yo no quiero ser fruto, quiero ser árbol, si me aferro es porque siento como un niño en una montaña rusa en plena caía, vibro intensamente, me asusta, más estoy aquí y ahora porque así lo he deseado y llegar a otro lado es mi anhelo.
Nací pequeña, pero quiero ser Grande
