Sentado frente a mí, como en pocas ocasiones, el intentaba sostener una conversación conmigo y con un tono risueño me dijo:
- "¿te has dado cuenta de lo mucho que has envejecido?
Yo lo miré pasmada, y pensé como andamos por casa... gato igualado, pero no le dije nada.
-Sipo -me dijo- hace quince años yo tenía la misma estatura, estaba junto a la misma compañera que hoy está conmigo y fraguaba los planes que ya están consolidados, pero tu, tu cambiaste de tamaño y de forma, tu peinado, tus intereses, tus amigos. Si bien el tiempo también ha pasado por mí, en tí se nota mucho más.
Entonces no pude evitar reírme con muchas ganas y le respondo
-Yo no he envejecido, lo que sucede es que yo he ido con el constante ritmo del desarrollo humano, fortalecí mis músculos, se estiraron mi huesos y corté mis trenzas. Yo no he envejecido, lo que pasa es que crecí, ahora tu que no cambiaste tanto, tu que creciste más en panza y doraste tus pensamientos, has envejecido porque ya te sientes añejo... pero tranquilo siempre es tiempo para empezar a evolucionar.