martes, 10 de agosto de 2010

Canción



Alma, no me digas nada, que para tu voz dormida ya está mi puerta cerrada. Una lámpara encendida espero toda la vida tu llegada.

Hoy… la hallarás extinguida.

Los fríos de la otoñada penetraron por la herida de la ventana entornada. Mi lámpara estremecida dio una inmensa llamarada.

Hoy… la hallarás extinguida.

Alma…no me digas nada que para tu voz dormida ya está mi puerta cerrada.


Juan Guzmán Cruchaga

lunes, 29 de marzo de 2010

Visión


Caminando por el sendero que deslinda entre lo humano y lo divino, divisé una silueta borrosa que se me hizo familiar, me detuve, intenté afinar la mirada frunciendo los parpados... más cerca, más cerca, ¡sorpresa! no podía creer lo que estaba viendo, era yo resurgiendo, brotando vigorosa desde el suelo, entre el vergel, desplegando mi pétalos al sol con ansias de volar. Si, auténticamente era yo, no la misma, no la de ayer sino la de antaño que en este presente-futuro retoma su esencia y recuerda como elevarse, servir, laborar y orar.
Agradecida por tal visión me incorporo, sin olvidar tal revelación me visto de fiesta para celebrar la vida y bailar con ella.

Si el que canta ora dos veces, ¿el que canta y baila ora tres?