martes, 10 de agosto de 2010

Canción



Alma, no me digas nada, que para tu voz dormida ya está mi puerta cerrada. Una lámpara encendida espero toda la vida tu llegada.

Hoy… la hallarás extinguida.

Los fríos de la otoñada penetraron por la herida de la ventana entornada. Mi lámpara estremecida dio una inmensa llamarada.

Hoy… la hallarás extinguida.

Alma…no me digas nada que para tu voz dormida ya está mi puerta cerrada.


Juan Guzmán Cruchaga