lunes, 29 de marzo de 2010

Visión


Caminando por el sendero que deslinda entre lo humano y lo divino, divisé una silueta borrosa que se me hizo familiar, me detuve, intenté afinar la mirada frunciendo los parpados... más cerca, más cerca, ¡sorpresa! no podía creer lo que estaba viendo, era yo resurgiendo, brotando vigorosa desde el suelo, entre el vergel, desplegando mi pétalos al sol con ansias de volar. Si, auténticamente era yo, no la misma, no la de ayer sino la de antaño que en este presente-futuro retoma su esencia y recuerda como elevarse, servir, laborar y orar.
Agradecida por tal visión me incorporo, sin olvidar tal revelación me visto de fiesta para celebrar la vida y bailar con ella.

Si el que canta ora dos veces, ¿el que canta y baila ora tres?

1 comentario:

'A-DHÁM dijo...

Qué bonito escrito, me devuelve las ganas de vivir.