miércoles, 28 de marzo de 2012

Roco



Luego de un largo periodo de silencio y motivada por los enigmas del destino, me he propuesto volver a escribir y robustecer este blog. Para empezar nada mejor que dedicarle esta entrada a Roco.

Amado cuadrúpedo hoy intentaré plasmar en palabras las vivencias compartidas.
Recuerdo cuando llegaste a casa, tan frágil, pequeño y tierno, oliendo a la familia y buscando mis brazos, si, eso fue amor a primera vista.
Lleno de mimos y abrazos pasaste los primeros días con una agenda muy apretada para un canino tan pequeño, pasaste de moda y tu agenda quedó muy holgada. Ahí estaba yo que resistiéndome a encariñarme contigo me hice cargo de satisfacer tus necesidades alimenticias e higiénicas, pero tu querías más y con tus redondos ojos tiernos te ganaste mi corazón, ¿cómo resistirse si te sentabas frente al ventanal toda la tarde mirándome mientras estudiaba?. Entonces te dejé entrar y estudiaste conmigo, junto a mi y en mis brazos hasta que quiste comerte los cables del computador.
No olvido que guardaste con celo tu cariño, que llorabas cuando estudiaba con mis compañeros humanos hasta que te dejaba entrar al cuarto, que cuando abrazaba al Fito querías estar entre medio y que te tomara en brazos y que cuando yo no estaba mirando empujaste a Luís.
Gracias a ti mi condición física mejoró sin darme cuenta, fuiste el mejor "Personal Trainer" me hiciste correr cerro arriba sólo para saber que estabas bien, recorrer kilómetros de playa e interactuar con otros perros sólo para saberte pleno.
Niño perro que con tu déficit atencional canino no tenías buena disposición para seguir las reglas y lo único que pude enseñarte fue a sentarte, ahora dentro de lo que no aprendiste puedo enumerar, por ejemplo: a no entrar en la lavandería, a no colgarte de la ropa tendida, a no entrar a mi pieza y morder todo lo que estaba a tu paso o convencerte de que las pantuflas de chancho eran objetos inanimados. Viene a mi aquella ocasión que entraste a mi habitación y te robaste exclusivamente una cajetilla de cigarros, los mordiste y esparramaste entre tus cosas, entonces dejé de fumar mientras viví contigo, para no contaminarte ni hacerte adicto.
Hoy que ya no sé donde estás e ignoro si estás vivo me reprocho por no haberte traído conmigo, chancho perruno sólo quería tener un patio estable que ofrecerte, te juro que eras mi motivación y de haber tenido donde albergarte te habría raptado.
Nos separamos, te acuerdas como te cantaba? nosotros que nos queremos tanto debemos separarnos, no me preguntes más... lloré cuando me fui y lloré otra vez cuando supe que te fuiste.
Vendrán otros perros mas tu siempre tendrás un lugar privilegiado en mi corazón.


1 comentario:

lutcho_md dijo...

Yo también lo recuerdo, al principio me miraba con recelo pues me estaba robando a "su" persona (yo también lo miré con recelo porque me estaba robando a "mi" persona) pero logramos llegar a un acuerdo y compartirte (aunque pienso que no le gusto porque igual me pegó).
El poco tiempo que pasamos juntos lo pase bien, me recordó al coby, otro amigo fiel que en realidad no supe aprovechar, tal vez por eso quise hacer las pases con el roco.
Sea donde sea que esté, espero que estes bien y no te preocupes que yo cumpliré mi promesa.
Nos veremos en otra vida