lunes, 22 de junio de 2009

Carta a mi Papo



Tu, con la gracia que posees iluminas largas y obscuras noches creadas por la ignorancia, abriendo surcos, labrando la senda del saber hasta llevar la aurora del hambre por las letras y la ciencia.
Aunque tus cabellos se los llevó una ráfaga de tiempo y tu caminar no le sigue el ritmo al eterno niño juguetón que llevas dentro, sigues siendo un magnifico ser intemporal, pétreo, gigante, el más encantador de los hechiceros de cuentos, alquimista, doctor en ciencias humanas y sociales, eternamente joven a la luz de los nuevos tiempos.
Constructor de sueños, de ideas brillantes, que con tus sabias palabras creaste grandiosos paisajes para regalarme el inmenso tesoro de estar en conciencia de que la única riqueza verdadera no se encuentra depositada en cuentas corrientes, sino en el cultivarse incesantemente.
Yo vástago minúsculo, retoño en primavera abro los ojos inmensos que me haz regalado para mirarte con el corazón, estando atenta a cada sonido cotidiano que en ti guarda profundo sentido.
Bendita he sido por el destino y la omnipotencia del Gran Creador que te puso en mi camino para guiarme por los laberintos de la vida, que me ha permitido decir orgullosamente, que este ser maravilloso que describo es mi amado Papá.

1 comentario:

Unknown dijo...

super bonitas palabras :D

te dejo besos, ojala que vengas pronto x estos lados